Los abusos sexuales y la izquierda española

Jorge Mestre
Los abusos sexuales y la izquierda española

El sectarismo nauseabundo y malintencionado de la televisión pública española ha superado esta semana todos los límites. Sus espacios informativos se han recreado y hecho un seguidismo sin parangón a la comisión de investigación que la extrema izquierda anticatólica y cristianofóbica ha presentado en el Congreso de los Diputados para investigar lo que ellos llaman abusos sexuales en la Iglesia.

Vaya por delante mi solidaridad y apoyo a todas y cada una de las víctimas de cualquier clase de abuso, pero no sólo aquellas que circunstancialmente se han producido en el marco ecleasiástico, sino también a todas aquellas que la izquierda ignora y olvida como siempre hace. Me estoy refiriendo a las víctimas de abusos sexuales donde han estado involucrados dirigentes de la izquierda política española, desde Podemos al PSOE, pasando por Compromís o ERC.

Basta con echar un vistazo a la hemeroteca y descubrir que en lo que llevamos de siglo hay ¡¡12!! miembros de la izquierda política española que han sido investigados penalmente, detenidos o mandados a la trena por consumo de material de explotación sexual infantil o abusar sexualmente de menores.

A ellos, hay que añadir los 175 menores tutelados víctimas de abusos bajo el Gobierno de Ximo Puig y Mónica Oltra, ya conocidos en tierras valencianas como Mónica Trola y Timo Puig porque han hecho de la mentira, la incompetencia y los abusos su seña de identidad. Pero de todas estas víctimas no habla la televisión pública española. O cuando se refieren a ellas las muestran como simples casos aislados.

Uno de los casos más escandalosos es el del ex marido de Mónica Oltra. Ella, a estas alturas, sigue sin haber pedido perdón ni haber dimitido. Su ex pareja se metía en la cama de una menor y se masturbaba con su mano mientras creía que ella dormía. A la víctima, ni se la creyó al principio y para más inri la quisieron retratar como la culpable mientras Mónica Oltra, la “camisetera”, se disfrazaba de víctima. Este pasado viernes TVE trató de blanquearla en un irrelevante espacio presentado por Javier Ruiz.

O por no hablar de otro compañero de partido de Oltra en la población valenciana de Alfafar, que mientras tutelaba a una menor de 14 años, la obligaba a participar en actos sexuales con su mujer. Compromís se ha negado hasta ahora a cualquier investigación por todos esos abusos, pero jalea cualquier cosa que sea contra la Iglesia. Repugnante.

A un líder de las juventudes socialistas en la Comunidad Valenciana, la Policía le colocó en el dudoso honor de ser el pederasta más sádico detenido en los últimos años. Cuando los agentes le detuvieron en junio de 2017 se encontraron con que el dirigente socialista poseía imágenes de adultos abusando de niños recién nacidos que consumía, almacenaba y compartía llegando a provocar el vómito de algunos de los agentes que tuvieron que visionarlas. Alguno de ellos también necesitó atención psicológica ante el shock sufrido.

¿Pero qué hacen ERC o Podemos presentando una solicitud para investigar los abusos de algunos religiosos cuando tienen y han tenido en sus filas a verdaderos monstruos?

¿Rufián, ya no recuerdas a Pere Nolasc, sí, tu camarada secretario de organización en la población catalana de Castellbisbal? Fue condenado a 29 años de cárcel por acosar a menores a través de Internet, grabarlos en vídeo y amenazarlos con publicarlos en la Red si no les mandaban más fotos. En total 25 víctimas.

Quienes tendrían que dar también explicaciones son la ministra de desempleo, Yolanda Díaz, o el portavoz en el Congreso, Pablo Echenique. La primera, por su hombre de confianza en el Ayuntamiento de Ferrol,  detenido hace un lustro por consumir y compartir pornografía infantil desde los ordenadores del Parlamento de Galicia. Y el segundo por tener en las filas de Podemos, por ejemplo, a un condenado por abusar sexualmente de una niña de cinco años.

Y así podríamos seguir. Pero claro, la televisión pública y los medios atados al pesebre de todo esto no hablan, aunque es importante que la sociedad española lo sepa. Es cainita que toda una banda de radicales de extrema izquierda se presente a darnos lecciones morales a propósito de las víctimas de abusos sexuales mientras su casa huele a auténtica progredumbre. Como le dijo la sartén al cazo, quítate que me tiznas.

Lo último en Opinión

Últimas noticias